ROSCÓN DE REYES CASERO PASO A PASO

ROSCÓN DE REYES CASERO PASO A PASO

Hoy te traigo la receta del ROSCÓN DE REYES CASERO PASO A PASO.

¡Esta noche vienen los Reyes Magos! Y mañana nos despertaremos con nuestros regalos, si es que hemos sido buenos 😉

Para mí este día es el más bonito del año por la ilusión que conlleva sobre todo cuando hay niños pequeños en casa. Pero os puedo asegurar que yo me duermo con la misma ilusión porque en mi casa aunque ya no hay niños pequeños, los Reyes Magos siguen viniendo como siempre y es que ya se sabe que mientras dure la ilusión los Reyes Magos nunca desaparecerán 😉

El ROSCÓN DE REYES tampoco nos falta ningún año. Incluso ya desde unos días antes nos hemos zampado uno y para el día de Reyes casi siempre suele ser ya el segundo. La verdad es que yo lo estaría comiendo todo el año pero bueno ¡Hay que controlarse!

Existe la creencia general de que hacer un buen Roscón de Reyes es súper complicado y que solo en muy contadas pastelerías los hacen bien ¡Pues de eso nada!

No voy a negar que es laborioso (aunque más que laborioso yo diría que requiere de bastante tiempo el cual es importante respetar), pero también es verdad que es mucho más sencillo de preparar de lo que la mayoría piensa. El secreto de un buen roscón es un correcto amasado y  respetar bien los tiempos de fermentación y levado. 

El amasado es verdad que si lo haces a mano es más lento y laborioso pero se puede hacer perfectamente. En cambio si utilizas un robot amasador la complicación es prácticamente nula.  En cuanto a los tiempos de fermentación o levado, también es muy importante respetarlos. Cuidando bien esos dos detalles, amasado y levado,  dependerá que te quede un roscón tierno y esponjoso digno de la mejor pastelería.

Pero bueno, lo mejor es que comencemos a prepararlo así que vamos a empezar con la receta del ROSCÓN DE REYES CASERO PASO A PASO.

INGREDIENTES

PARA EL PREFERMENTO O MASA MADRE:

  • 70 gr. de LECHE TIBIA entera o semidesnatada (a unos 37ºC como mucho)

  • 130 gr. de HARINA DE FUERZA

  • 4 gr de LEVADURA SECA DE PANADERO o 10 gr. de LEVADURA FRESCA DE PANADERÍA (¡Ojo! No vale la levadura química tipo Royal que se usa para los bizcochos)

  • Una cucharadita de azúcar

PARA EL AZÚCAR AROMATIZADA:

  • 130 gr. de AZÚCAR GLASS

  • La piel de 2 NARANJAS (sin la parte blanca)

  • La Piel de 1 LIMÓN (sin la parte blanca)

PARA LA MASA PRINCIPAL DEL ROSCÓN:

  • PREFERMENTO o MASA MADRE

  • AZÚCAR AROMATIZADA

  • 60 gr. de LECHE TIBIA (entera o semidesnatada)

  • 2 HUEVOS tamaño L

  • 7 gr. de LEVADURA SECA DE PANADERO o 25 gr. de LEVADURA FRESCA DE PANADERÍA (del mismo tipo que la del prefermento)

  • 30 gr. de AGUA DE AZAHAR para uso alimentario (la que venden el supermercados, no usar la de farmacia)

  • 1 Cda. de RON AÑEJO (es opcional pero pontenciará bastante el sabor característico del Roscón, junto con el agua de azahar)

  • 450 gr. de HARINA DE FUERZA

  • 75 gr. de MANTEQUILLA a temperatura ambiente o en punto pomada

  • Media Cda. de SAL

    PARA LA DECORACIÓN (esta es la decoración típica pero puedes ponerle lo que más te guste):

  • Fruta escarchada, naranjas confitadas y guindas.

  • Almendras laminadas

  • Azúcar humedecida en agua de azahar o agua normal (a mí me gusta hacerlo con agua de azahar porque aporta más sabor y aroma).

PREPARACIÓN

roscon de reyes casero

 

Te voy a contar cómo lo hago yo, que aunque esté mal decirlo, me queda muy rico y con un sabor y aroma deliciosos. Yo utilizo mi robot amasador KitchenAid pero puedes amasarlo con cualquier otro robot amasador o incluso con tus propias manos, aunque eso te llevará algo más de tiempo y trabajo pero queda igual de bien. Todos los pasos que te voy contando con robot amasador, los puedes aplicar igualmente si lo haces de forma manual.

Lo primero que hago es pesar y preparar todos los ingredientes del Roscón para luego tenerlos a mano y ya solo tener que ir añadiéndolos. Te lo aconsejo porque es mucho más cómodo y práctico 😉

Lo primero que yo hago es preparar el AZÚCAR AROMATIZADA. Para ello necesitamos azúcar glass que la puedes comprar ya preparada, o si no es muy fácil hacerla: Vierte el azúcar en el vaso de una picadora o trituradora ya sea de mano tipo Minipimer o de vaso (yo uso la Thermomix) y tritura hasta dejarla hecha polvo (en sentido literal). A continuación añade dentro del vaso junto al azúcar glass las cáscaras de las naranjas y el limón y tritura todo junto hasta que se quede como una pasta. Reserva en un bol o recipiente. (Este paso te lo puedes ahorrar añadiendo en la preparación de la masa principal el azúcar tal cual junto con la ralladura de los cítricos, aunque yo te aconsejo que lo hagas así porque aporta un sabor y aroma más intenso al Roscón).

Después voy con el PREFERMENTOMASA MADRE o MASA DE ARRANQUE. Para esto no hace falta ninguna máquina ya que es una masa pequeña que vamos a formar con las manos en menos de cinco minutos. En un cuenco o vaso amplio diluyo la levadura en la leche que tiene que estar tibia, removiendo con una cucharilla. Añado la harina de fuerza y el azúcar y remuevo de nuevo. Cuando veo que comienza a formarse una masa más densa sigo amasando con las manos durante unos 2 o tres minutos hasta que la masa ya no se pegue a las manos. Hago una bola y la introduzco dentro de un recipiente o bol amplio con agua tibia de forma que la bola quede totalmente cubierta. Cuando veo que la bola sube a la superficie y flota (que será al cabo de unos 10 o 15 minutos aproximadamente), ya tengo preparado el  prefermento o masa madre. Hay personas que dicen que la bola no les flota. Si te ocurre eso no pasa nada, pasados unos 15 o 20 minutos ya lo puedes sacar igualmente (no conviene tener la bola dentro del agua más de 30 minutos).

Mientras que la bola del prefermento se va «activando» termino de preparar el resto de los ingredientes del roscón para tenerlos a mano y ya comienzo a preparar la MASA PRINCIPAL DEL ROSCÓN. 

Primero en un vaso ancho disuelvo la levadura en la leche tibia removiendo con una cucharilla (al igual que hice con el prefermento).

En el bol de la amasadora vierto primero los dos huevos, coloco el accesorio batidor (el de varillas tipo globo). Bato muy bien a velocidad media-alta durante unos 3 o 4 minutos hasta que los huevos queden bien montados. Esto es opcional pero ya verás que luego queda la masa mucho mejor 😉

Quito el accesorio batidor y coloco la pala mezcladora. En el bol junto con los huevos montados añado el agua de azahar, el ron,  el azúcar aromatizado y la sal. Mezclo todo a velocidad 2-3 durante uno o dos minutos.

A continuación quito la pala mezcladora y coloco el gancho de amasar. Añado al bol la levadura disuelta en leche, el prefermento o masa madre que ya estará flotando y la harina de fuerza previamente tamizada (aunque dicen que con este tipo de amasadoras no hace falta tamizarla). Comienzo a amasar durante 10 minutos a velocidad baja 1-2. Al cabo de 10 minutos paro de amasar y dejo reposar la masa durante unos 5 o 7 minutos y de nuevo vuelvo a amasar durante otros 10 minutos dejando reposar después otros 5 minutos más. A la siguiente vez le añado poco a poco la mantequilla que deberá estar a temperatura ambiente o en punto pomada. Al añadir la mantequilla ésta se queda como pegada por las paredes del bol. Yo paro un momento y con una lengua pastelera la retiro de las paredes y la mezclo un poco. Sigo amasando durante otros 10 o 15 minutos hasta que la mantequilla quede totalmente integrada y se haya formado una masa que aunque es algo pegajosa, ya se despega de las paredes del bol y es más elástica y manejable. 

Y ahora viene el PRIMER LEVADO: Me unto las manos con un poco de aceite para sacar la masa del bol y formo una bola. Engraso un poco el interior y las paredes del bol con aceite y coloco la bola de masa de nuevo en su interior. Tapo con un paño o un plástico transparente (yo le pongo un gorro de ducha) y ahora hay que colocar el bol en un lugar cálido donde no haya corrientes de aire (yo lo dejo dentro del horno apagado) entre 3 y 5 horas hasta que que la masa duplique su volumen (incluso pueden ser 8 horas). Este proceso de primer levado se puede acelerar bastante precalentando el horno a 50ºC y una vez que coge temperatura hay que apagarlo e introducir el bol con la masa para que con el calor residual el levado sea mucho más rápido (así puede tardar una o dos horas como mucho en duplicar su volumen) ¡Pero recuerda apagar el horno antes de introducir el bol!

Una vez que haya pasado el tiempo necesario y la masa ya ha duplicado su volumen, engraso con un poco de aceite mis manos y la superficie de trabajo donde la voy a colocar para darle forma, la saco del bol (con las manos engrasadas no se pegará) y la coloco sobre la superficie de trabajo (es mejor usar  aceite para manejarla porque no es bueno añadir más harina de la necesaria a la masa). La hundo un poco con los dedos desde afuera hacia adentro pero no en exceso para no quitarle todo el aire y formo de nuevo una bola. Ahora hundo el dedo índice en el centro de la bola y con las dos manos la sujeto en el aire dándole vueltas para que el agujero se vaya agrandando a la vez que intento que la masa quede igual de grosor por todas partes. Una vez que tengo formado el roscón lo coloco en una fuente de horno forrada con papel vegetal o papel de horno, poniendo un bol o un aro de emplatar en el agujero central para impedir que éste se cierre cuando comience a levar. También lo unto con un poco de aceite para que no se pegue la masa cuando lo retiremos.

Y ahora viene el  SEGUNDO LEVADO

Pues sí, antes de hornear tiene que levar de nuevo. Ya te decía al principio que es un proceso lento en el que hay que respetar los tiempos si queremos un roscón de diez ¡Que es lo que vamos a conseguir! 😉 

Pues siguiendo por donde iba, cuando ya tengo el roscón con la forma hecha sobre la bandeja, lo tapo con un paño de cocina limpio o papel film trasparente (aquí el gorro de ducha ya no me llega) y lo introduzco de nuevo en el horno apagado para que vuelva a levar como mínimo 1 o 2 horas. Si empleas de nuevo el truco de precalentar el horno a 50ºC podrás acelerar el tiempo de levado, aunque yo solo aconsejo esto cuando realmente tengamos prisa ya que es mejor que fermente más lentamente.

Una vez que el roscón ha levado y duplicado su volumen lo saco del horno y pongo éste a precalentar a 200ºC con calor arriba y abajo. Mientras tanto pinto toda la superficie del Roscón con huevo batido. Este paso es muy importante hacerlo con mucha suavidad como si estuvieramos «acariciando con una pluma» el roscón, ya que ahora es muy delicado y podríamos pincharlo con lo cual nos bajaría todo el aire que ha conseguido con el levado. Es mejor utilizar un pincel de silicona ya que estos son más suaves y no lo pinchan. Si ves que te baja todo el roscón vuelve a introducirlo de nuevo dentro del horno apagado y deja que vuelva a levar.

Cuando ya lo tengo todo bien pincelado con el huevo coloco por encima los trozos de fruta escarchada, guindas o naranjas confitadas. Esto en realidad le gusta a muy poca gente, de hecho en casa no se lo come nadie, pero yo siempre lo pongo porque ¡Si no no me parece un Roscón de Reyes!  Después reparto por toda la superficie las almendras laminadas y por último pongo un puñado de azúcar en un bol, añado unas tres o cuatro gotas de agua de azahar para humedecerla y mezclo con una cuchara hasta que se quede el azúcar como en montoncitos. Reparto el azúcar humedecida por toda la superficie del roscón ¡Y ya por fin al horno!

Introduzco la bandeja con el roscón en el horno que estaba precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo y lo dejo a esa temperatura. Pasados 10 minutos bajo la temperatura a 180ºC y lo dejo otros 10 minutos más. Al cabo de ese tiempo miro a ver si se me está tostando mucho por encima y como suele ser que sí, le coloco en la superficie un trozo de papel de plata para evitar que se ponga muy negro por arriba y lo dejo hornear unos 5 o 7 minutos más. Aquí tienes que tener en cuenta que cada horno es un mundo y tendrás que ir controlando tú los tiempos de tu horno. Normalmente al cabo de unos 25 minutos como mucho ya suelen estar hechos pero puedes pinchar con un palo de brocheta y ver si ya sale seco. 

roscon de reyes casero

Este es el roscón tal cual, sin relleno, que es como a mí más me gusta. Pero si prefieres tomarlo relleno solo debes esperar a que enfríe y abrirlo por la mitad con ayuda de un cuchillo y rellenarlo con nata montada, crema, trufa… A mí solo me gusta el relleno con nata pero ya se sabe que para gustos ¡Los colores! 🙂

Los roscones caseros tienden a ponerse duros antes que los comprados al no llevar conservantes, pero lo puedes partir en porciones y congelarlas para tener Roscón recién hecho todas las mañanas. De todas formas a mí este me duró casi tres días tierno, eso sí, cortado en porciones y muy bien envueltas en papel de aluminio. De todas formas si te sobra no lo tires porque puedes preparar un postre con una receta de aprovechamiento riquísima que ya te contaré en otro post 😉

Pues como te decía al principio, ya ves que no es complicado pero sí lleva su tiempo aunque te garantizo que merece mucho la pena porque está de muerte. Vamos, que como lo hagas ya verás como no lo compras más.

Te deseo un Feliz día de Reyes y que te traigan muchas cositas pero sobre todo mucha SALUD, AMOR y FELICIDAD.

¡Besotes!

AUTÉNTICA FABADA ASTURIANA TRADICIONAL

AUTÉNTICA FABADA ASTURIANA TRADICIONAL

La AUTÉNTICA FABADA ASTURIANA TRADICIONAL es uno de las mejores recetas de legumbres de nuestra gastronomía española. Un plato de fabada hecha a fuego lento es uno de los mayores placeres que existen y si utilizas fabes asturianas junto a un buen compango, el éxito está asegurado ¡Y la siesta también! 😉

Si la preparas la fabada asturiana en olla exprés te quedará igualmente deliciosa, aunque yo siempre la preparo a modo tradicional porque suelo hacerlo en fin de semana con más tiempo y te aseguro que el resultado merece la pena.

Aquí te cuento cómo se hace y verás que no tiene ninguna complicación y si te la tomas de un día para otro está mejor aún ¡Ah! Y si te tomas de postre un arroz con leche ya tienes el menú asturiano al completo 😉

INGREDIENTES

  • Estos son los ingredientes para preparar una fabada asturiana para 5 o 6 personas:

  • 500 gr. de Fabes asturianas (o alubias blancas)

  • 3 o 4 Chorizos asturianos

  • 2 o 3 Morcillas asturianas

  • 300 gr. de Panceta curada

  • 1 buen trozo de lacón

  • 1 hueso de jamón

  • 3 o 4 hebras de azafrán

  • Sal al gusto

  • Agua fría para la cocción

PREPARACIÓN

  1. La noche anterior pon a remojo en agua fría las fabes o judías que tendrán que estar al menos unas 12 horas. También deja en remojo en agua templada la panceta y el lacón o el hueso del jamón si es que están muy salados para desalarlos un poco.

  2. Al día siguiente pasadas al menos las 12 horas escurrimos las judías y las ponemos en una cacerola a ser posible ancha, y las cubrimos con agua que les cubra aproximadamente 1 o 2 dedos nada más. Ponemos a calentar primero a fuego fuerte y cuando comiencen a hervir añadimos las morcillas, chorizos y la carne y vamos removiendo pero sin meter una chuchara, simplemente agitando la cacerola. Así evitaremos que se deshagan o se rompan las judías.

  3. Cuando hayan pasado aproximadamente unos 15 o 20 minutos a fuego fuerte, si vemos que ha mermado el agua añadimos un poco de agua fría para que siempre quede cubierto uno o dos dedos por encima y agitamos la cacerola para remover otro poco. Es lo que se llama «asustar» a las judías. En este momento ya bajamos el fuego y dejamos que sigan cocinándose a fuego bajo. En este momento también le añadimos el azafrán diluido en agua y una pizca de sal. Agitamos la cacerola nuevamente para remover e integrar todo.

  4. Ahora ya solo nos queda mantener el fuego bajo y dejar que sigan cocinándose a fuego lento durante unas dos horas como mínimo y de vez en cuando remover un poco  sólo agitando la cacerola y si vemos que va mermando el líquido podemos «asustar» a las judías añadiendo un poco de agua fría un par de veces más. No hay que ponerle demasiada agua, solamente que las judías se mantengan cubiertas 1 o 2 dedos por encima.

  5. Al cabo de las dos horas prueba de sal y si es necesario rectifica. Prueba las judías y si ya están tiernas retira la cacerola del fuego y deja reposar al menos 1 hora hasta la hora de servir. Este plato incluso está mejor de un día para otro.

    ¡Buen provecho!

AQUÍ PUEDES VER LA RECETA EN VÍDEO PASO A PASO:

YOGUR CASERO SIN YOGURTERA

YOGUR CASERO SIN YOGURTERA

Hoy voy a hacer YOGUR CASERO SIN YOGURTERA.

Hacer yogur en casa es súper fácil, mucho más de lo que imaginas. Solamente necesitas dos ingredientes y tienes listo un yogur rico y muy saludable.

El consumo de yogur es altamente recomendable ya que regula el tránsito intestinal y mejora el funcionamiento del aparato digestivo. Los fermentos que contiene el yogur se complementan con los microorganismos que se encuentran en nuestra flora intestinal y contribuyen al correcto funcionamiento de nuestro aparato digestivo. Por lo tanto comer yogur diariamente es muy saludable y beneficioso para nuestra salud.

Yo, como lo quiero bajo en materia grasa, voy a utilizar leche semidesnatada que se puede utilizar perfectamente y ya verás que la textura queda perfecta y sin tener que añadir leche en polvo ni nada, con lo cual nos va a quedar un yogur mucho más saludable y riquísimo.

Pero antes, para que lo entiendas, te voy a explicar un poco cómo funciona esto del yogur:

Para elaborar un yogur con más calidad es mejor utilizar leche fresca. La encuentras muy fácilmente en cualquier super mercado en la sección de refrigerados. No es la leche que habitualmente  encontramos en brick y que nos llevamos una caja. Esa leche no está refrigerada ya que es leche UHT o Uperisada, para lo cual la someten a altas temperaturas de unos 150ºC que matan todas las bacterias y gérmenes. Por eso se puede conservar durante meses sin refrigerar antes de abrirla.

En cambio la leche fresca, que la puedes encontrar tanto en brick como en botella, es pasteurizada pero en el proceso la someten a temperaturas más bajas, de unos 72ºC con lo cual también se eliminan las bacterias y gérmenes pero en cambio conserva más vitaminas y sobre todo proteínas que son las que van a ayudar a que el yogur cuaje mucho mejor. A diferencia de la otra leche, esta leche hay que mantenerla siempre refrigerada incluso antes de abrirla y su fecha de caducidad es mucho menor, como mucho una semana.

Ahora vamos con el Yogur ¿Qué es el yogur? No es nada más que leche fermentada y para que fermente hay que introducirle unas bacterias ácido lácticas que son de dos tipos,  Lactobacillus y Streptococcus. Y ahora dirás ¿Y cómo le meto yo esas bacterias a la leche? Pues por un lado podemos comprar el fermento para añadirlo a la leche, creo que lo venden en farmacias, en polvo liofilizado. Yo nunca lo he comprado (aunque no lo descarto). Esta es la mejor forma de conseguir un yogur más sano y puro. Y luego está la otra forma mucho más fácil de conseguir y que es la que yo voy a utilizar: Añadir a la leche un yogur de los que compramos, que ya lleva esas bacterias o fermentos lácticos vivos. Por supuesto debe ser un yogur de los que están refrigerados, mejor que sea de sabor natural, sin azúcar ni edulcorantes ni porquerías varias. Es mejor y más sano que luego tú le añadas el azúcar o edulcorante a tu gusto.

Y ahora, para que esas bacterias se activen y pueda realizarse la fermentación, necesitan una temperatura constante, que no puede ser ni muy alta porque morirían, ni muy baja porque no se reproducirían y no se realiza la fermentación. Esa temperatura tiene que ser de entre 43 a 45ºC. A partir de 47 o 50 grados las bacterias ya morirían. Evidentemente esto es muy fácil si tienes una yogurtera porque ese aparato ya se encarga de mantener esa temperatura constante. Pero si no tienes yogurtera, como yo, también puedes hacerlo de forma muy fácil ¡Con el horno! (si no tienes horno hay otras formas que es envolviéndolo en mantas, en un lugar cálido, pero eso ya no te lo voy a contar aquí. En ese caso creo que hay otros vídeos que lo explican).

Y bueno, ya en este punto no me enrollo más porque lo mejor es ver cómo se hace el yogur casero. Cuando veas lo fácil que es, ya vas a querer hacerlo siempre en casa

¡Comenzamos!

 

INGREDIENTES

  •  1 litro de LECHE FRESCA. Yo la he utilizado semidesnatada, pero puedes utilizar leche entera, semidesnatada o desnatada (Si acaso con la desnatada puede llegar a perder un poco de consistencia pero también queda muy bien. En tal caso le puedes añadir un poco de leche en polvo) 

  • 1 YOGUR NATURAL. Yo lo he utilizado desnatado (o% M.G.) y con Bífidus. También puedes utilizar cualquier yogur siempre que sea refrigerado y que lleve los fermentos vivos.  

AQUÍ PUEDES VER LA RECETA EN VÍDEO:

PREPARACIÓN

 

  1. Lo primero que tienes que hacer antes de preparar el yogur será encender el horno al mínimo (50ºC) para que vaya cogiendo temperatura, ya que luego meterás los yogures con el horno ya apagado para que fermenten con el calor residual.

  2. Mientras tanto calienta la leche en un cazo pero no debe sobrepasar los 45ºC ya que por encima de esa temperatura al mezclarla con el yogur mataríamos las bacterias y no fermentarían. Si no tienes un termómetro de cocina sabrás que está a la temperatura correcta si al meter el dedo meñique puedes aguantar sin quemarte durante 10 segundos. Ni que decir tiene que el dedo debe estar bien limpio, jajaja 😉

  3. Retira la leche del fuego. En un bol añade el yogur y vierte por encima la leche que has calentado. Si ves que está demasiado caliente espera un poco a que esté más templada. Remueve bien para que el yogur se mezcle con la leche de forma que no queden como trocitos. Te queda mejor si usas unas varillas o le das un pequeño golpe de batidora.

  4. Una vez que tienes ya la mezcla apaga el horno que ya habrá alcanzado la temperatura. Esto es muy importante y no se te debe olvidar. Ahora vas a introducir la mezcla en el horno. Puedes hacerlo metiendo directamente el bol tapado con un papel film transparente o como yo, que prefiero repartirlo previamente en tarros de cristal e introducir estos en el horno para que se cuajen de forma individual. Así ya luego no hay que pasarlo después a los tarros y al manipularse menos queda como más compacto. Pero sobre todo recuerda: INTRODUCE EL YOGUR CON EL HORNO APAGADO ya que fermenta con el calor residual, y no estés abriendo el horno continuamente para que la temperatura se mantenga constante.

  5. Debes mantener los yogures dentro del horno un mínimo de entre 8 o 10 horas. Ese es el tiempo necesario de fermentación. Yo los suelo dejar hacia las 21:00h o 22:00h y ahí se quedan toda la noche. Cuando me levanto para irme a trabajar a las 7:00h los saco del horno.

  6. Pues eso, que transcurridas las 8 o 10 horas de fermentación ya los puedes sacar del horno y verás que están perfectamente cuajados, así que ahora debes meterlos en la nevera ya que los yogures deben conservarse en frío. Su consumo también se recomienda en frío, así que antes de comerlos es necesario que hayan estado al menos unas 4 horas refrigerándose en la nevera. Intenta consumirlos como mucho en 1 semana.

Como ves, hacer yogur es muy fácil y te aseguro que queda riquísimo. Yo te recomiendo que en el momento que los comiences a hacer más a menudo te compres una yogurtera ya que es más práctica que el horno. Pero bueno, eso ya lo dejo a tu elección. 

¡Anímate a prepararlo!

ENSALADILLA RUSA CASERA. Receta fácil

ENSALADILLA RUSA CASERA. Receta fácil

La ENSALADILLA RUSA casera es una de las recetas tradicionales que más suelen gustar. Esta ENSALADILLA es un clásico entre las tapas y aperitivos de cualquier bar que se precie y es que ¡Está tan rica! Preparar una buena ENSALADILLA RUSA CASERA es muy fácil y como en casi todo, hay muchas versiones. A mí me gusta la clásica que es como la prepara mi madre y por supuesto no le puede faltar el toque extra que ella le pone para aliñarla, que le aporta un gusto extraordinario.

Como se toma fresquita es un plato ideal para los meses de calor, aunque por otro lado hay que tener mucho cuidado con la mayonesa si es casera, ya que aguantará menos tiempo. En verano es mejor optar por una lactonesa o mayonesa de bote que también las hay buenísimas.

¿Quieres ver lo fácil que es prepararla? ¡Pues aquí tienes la receta!

INGREDIENTES

  • 5 o 6 patatas grandes

  • 3 Zanahorias

  • 2 Tomates

  • 4 huevos

  • 250 gr.  de Atún en aceite o escabeche

  • 100 gr. de Aceitunas sin hueso

  • 150 gr. de Pepinillos en vinagre

  • 1 lata de guisantes (también pueden ser guisantes congelados que habrá que hervir previamente)

  • 3 o 4 Cucharadas soperas de mayonesa

  • Sal, vinagre y aceite (opcional)

PREPARACIÓN

  1. Lo primero que hay que hacer es poner a hervir las patatas y las zanahorias. Si utilizas los guisantes congelados también ponlos a hervir en este momento (yo voy a utilizar una lata de guisantes que no necesita cocción).  Yo en lugar de hervir prefiero cocer todo al vapor así que primero pelo y corto en trocitos pequeños las patatas y las zanahorias y las pongo en el recipiente al vapor durante unos 25 minutos (utilizo el recipiente Varoma de la Thermomix). Si las hierves en agua trocéalas después.

  2. Mientras que se cuecen las patatas y las zanahorias ve troceando en cuadraditos pequeños los pepinillos y las aceitunas. Resérvalos.

  3. Pon a hervir los huevos. Para que estén cocidos necesitarán estar 10 minutos a partir de que el agua comience a hervir. Después los apartas del fuego y los pones inmediatamente bajo el chorro de agua fría para cortar la cocción. 

  4. Una vez cocidas las patatas y las zanahorias (junto con los guisantes en su caso) hay que dejar que templen o enfríen y después los ponemos en una fuente para mezclarlos con el resto de ingredientes: Añade las aceitunas y los pepinillos que habías troceado, el atún en aceite previamente escurrido y los guisantes si son de lata.

  5. De los huevos duros separa las claras de las yemas. Trocea las claras y añádelas junto con los ingredientes anteriores. Reserva las yemas para la decoración final.

  6. Una vez tengas mezclados todos los ingredientes en el bol o fuente y antes de ponerles la mayonesa, añade una pizca de sal, una o dos cucharaditas de vinagre y un chorrito de aceite y remueve. Este aliño es opcional pero es el toque de mi madre que le da un saborcito muy rico a esta ensaladilla. Si prefieres puedes no ponerlo pero te aseguro que queda riquísima.

  7. Después añade 3 o 4 cucharadas de mayonesa y remueve de nuevo para que quede todo bien mezclado.

  8. Para la presentación final vierte la ensaladilla en la fuente donde la vayas a presentar. Dale un poco de forma con una espátula o cuchara (se moldea muy bien porque los ingredientes están muy troceados e impregnados de la mayonesa).

  9. Raya o desmenuza con las manos las yemas de huevo que habías reservado y espárcelas sobre toda la superficie de la ensaladilla. Corta los tomates en rodajas y colócalas por todo alrededor. Para terminar de decorar puedes ponerle por encima unas ramas de perejil, albahaca, o lo que tengas. Si no también queda perfecta con unas tiras de pimiento morrón por encima.

Y ya tienes tu ensaladilla rusa lista para presentar y comer. Es la típica receta con la que vas a triunfar porque suele gustar a todo el mundo. Además queda muy vistosa para sacarla como primer plato o aperitivo acompañada con unos bastoncitos de pan o mini colines, o también con unas  rebanadas de pan.

Y ni te cuento como está si te la pones entre dos rebanadas de pan de molde ¡El sandwich de ensaladilla también es todo un clásico!

De una forma u otra está riquísima ¡Anímate a prepararla!

AQUÍ PUEDES VER LA RECETA EN VÍDEO:

BACALAO CON TOMATE. Receta tradicional

BACALAO CON TOMATE. Receta tradicional

Hoy voy a preparar un BACALAO CON TOMATE. Una receta tradicional que está «de toma pan y moja»😋El BACALAO es uno de los pescados que más me gustan por su textura y sabor y sobre todo por las mil y una maneras que existen de prepararlo. Se puede encontrar durante todo el año pero en esta época y sobre todo por Semana Santa se suele consumir bastante. Existen muchas recetas exquisitas de bacalao como el Bacalao Ajorarriero o el Potaje de Garbanzos y Bacalao.

El BACALAO CON TOMATE es una delicia y la salsa de tomate casera le aporta un sabor espectacular. En mi opinión el BACALAO CON TOMATE es una de las formas más ricas de preparar este sabroso pescado.

Aquí te cuento cómo se hace de dos formas diferentes, ya que podemos utilizar lomos de BACALAO FRESCO, o bien de BACALAO DESALADO. También puedes optar por rebozar previamente el bacalao con un poco de harina, o bien confitarlo sin rebozar y te quedará muy tierno y jugoso. 

Aquí te explico las dos formas de hacerlo y te dejo las dos recetas en vídeo. 

De una forma u otra ¡Ya verás qué fácil y lo rico que está! 😋

INGREDIENTES

  • Entre 800 gr. o 1 Kg de lomos de bacalao desalado

  • 800 gr. de tomate natural triturado

  • 1 Cebolla

  • 4 dientes de ajo

  • 2 cucharaditas de azúcar

  • 1 cucharada de pimentón dulce

  • Harina de trigo para rebozar

  • Sal y pimienta al gusto

  • 1 Pimiento verde (opcional)

  • AOVE (Aceite de Oliva Vírgen Extra)

PREPARACIÓN

  1. Trocea la cebolla y el ajo muy picaditos (si le quieres poner pimiento también trocea el pimiento)

  2. Cubre el fondo de una sartén con aceite de oliva y pocha la cebolla y el ajo (si le pones pimiento añádelo aquí también). Cuando veas que comienza a dorarse añade el pimentón dulce y remueve un poco pero sin dejarlo mucho tiempo ya que el pimentón tiende a quemarse con facilidad y podría estropear el sabor de la receta. 

  3. Enseguida añade el tomate triturado y remueve un poco para integrarlo todo. Añade una pizca de sal pero no mucha, ya que el bacalao, aunque esté desalado, siempre conserva un poco el gusto salado. Si acaso ya se rectificará al final. 

  4. Añade también 2 cucharaditas de azúcar, lo cual ayudará a disminuir la acidez del tomate y después un poco de pimienta recién molida. Remueve un poco más para integrarlo todo. Pon una tapadera y deja el fuego medio-bajo para que la salsa de tomate termine de cocinarse.

  5. Mientras tanto pasa por harina los lomos de bacalao y en una sartén con una par de cucharadas de aceite caliente, introdúcelos para sellarlos. No hay que freírlos porque ya se terminarán de cocinar después con el tomate. Simplemente los vamos a sellar un poco por todos los lados y los reservamos en un plato con papel absorvente. 

  6. Cuando hayan transcurrido aproximadamente unos 20 o 25 minutos la salsa de tomate ya estará lista, así que vamos a introducir dentro los lomos de bacalao que teníamos reservados y los dejaremos a fuego medio-bajo durante 8 o 10 minutos más para que terminen de cocinarse y de integrarse todos los sabores. A mí  me gusta pasarlo todo a una cazuela de barro y terminar de cocinarlo ahí, por lo que traslado el tomate a la cazuela y después le incorporo las tajadas de bacalao para dejarlas los 10 minutos que terminen de cocinarse.

  7. En este momento también le puedes añadir si quieres unas hierbas provenzales o una pizca de tomillo, que le dará un gusto muy rico a la receta. 

  8. Y una vez pasado ese tiempo ya puedes retirar del fuego y servir. Verás que se van a chupar los dedos con este plato tan rico y sobre todo prepara pan para mojar la salsita.

    ¡Verás qué delicia!

AQUÍ PUEDES VER LA RECETA EN VÍDEO:

GACHAS DULCES o GACHAS ANDALUZAS

GACHAS DULCES o GACHAS ANDALUZAS

Las GACHAS DULCES es un postre típico de Andalucía y se suele comer por la festividad de Todos los Santos. La receta lleva harina de trigo, pero yo las voy a preparar como nos las hacía mi abuela, que le ponía mitad harina de maiz (Maizena) y le quedaban de maravilla, súper suaves y cremosas. Luego con ese toque de anís… ¡Qué delicia! Siempre que las como me acuerdo de cuando nos las hacía (al igual que sus espectaculares migas que un día también publicaré) ¡Y es que mi abuela cocinaba muy bien!

Pues aquí te cuento cómo se hacen ¡Ya verás qué fácil y lo ricas que están!

INGREDIENTES

  • Unos picatostes o «curruscos» de pan frito.

  • 1 litro de leche

  • 50 gr. de Harina de trigo común

  • 50 gr. de Harina de maíz (Maizena)

  • 2 o 3 cucharadas de anís en grano (Matalahúva)

  • La piel de un limón

  • 1 rama de canela

  • 120 gr. de Azúcar

  • 30 ml de licor de anís dulce

  • Aceite de oliva

  • Canela en polvo (opcional)

PREPARACIÓN

  1. Corta unas rebanadas de pan en trocitos y fríelas en una sartén con aceite de oliva. Reserva.

  2. Disuelve la Maizena en un vaso de leche fría y remueve muy bien hasta que esté totalmente disuelta y no queden grumos. Reserva.

  3. En una sartén pon 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Cuando esté caliente incorpora la piel del limón y la rama de canela. Con esto vamos a conseguir aromatizar el aceite. Cuando veas que la piel del limón comienza a tostarse retírala de la sartén junto con la rama de canela.

  4. En ese mismo aceite ahora añade el anís en grano o matalahúva y dale una vueltas con una cuchara. No le dejes mucho tiempo porque si no se puede quemar. Aquí se pueden hacer dos cosas: Bien puedes colar el aceite y retirar los granos de anís, o bien puedes dejar los granos de anís y seguir con la receta. A mí personalmente me gusta mucho más dejarlos porque luego al comerlo me encanta morderlos y el saborcito que aportan a este postre.

  5. Seguidamente y para que no se quemen los granos de anís incorpora la harina de trigo y remueve durante aproximadamente un minuto para tostarla un poco con el aceite y que pierda así el sabor a crudo.

  6. Una vez que la harina está tostada comienza a verter la leche poco a poco sin dejar de remover, al igual que si estuvieras haciendo una bechamel. Vas poniendo un poco, remueves, y a medida que va espesando le vas añadiendo más leche sin dejar de remover para que no se formen grumos. Así hasta incorporar la mayor parte de la leche, reservando una poca para el final.

  7. Cuando ya veas que está espesa y sin grumos incorpora la Maizena que habías disuelto en leche fría y sigue removiendo. Cuando veas que vuelve a espesar de nuevo añade el resto de la leche sin dejar de remover.

  8. Seguidamente añade el azúcar y sigue removiendo. Recuerda que el fuego tiene que estar a temperatura media-baja.

  9. Y ya solo queda el toque final, añadirle el vasito de licor de anís dulce removiendo durante un minuto o dos para que se evapore el alcohol. Esto le va a dar un gusto espectaclar a la gachas.

  10. Las gachas se pueden comer templadas o frías. A mí personalmente me encantan templaditas. Si las vas a comer frías te recomiendo que les añadas un poco más de leche porque luego al enfriar espesan más y si las sacas ya algo espesas en caliente, después se pueden quedar como un «mazacote». 

  11. Una vez que las retires del fuego sírvelas en los típicos recipientes de barro o en cuencos y añade por encima los picatostes de pan frito y un poco de canela en polvo

  12. ¡Verás qué delicia! 

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TARTA DE QUESO DE «LA VIÑA» (San Sebastián)

TARTA DE QUESO DE «LA VIÑA» (San Sebastián)

El restaurante «La Viña» se encuentra en la preciosa ciudad de San Sebastián y desde hace unos años su famosa TARTA DE QUESO se ha hecho muy popular por su textura y su cremosidad, pero sobre todo por lo fácil que es de preparar. Este famoso CHEESECAKE se hace al horno con tan solo 5 ingredientes y te aseguro que hasta el momento es la mejor tarta de queso que he probado. ¡Pruébala porque te va a encantar!

INGREDIENTES

PARA UN MOLDE DE 20 cm DE DIÁMETRO

  • 4 Huevos tamaño «L»

  • 200 gr. de Azúcar

  • 600 gr. de Queso Crema tipo Philadelphia

  • 350 ml (o 330 gr.) de Nata líquida o crema para batir con un mínimo del 35% de M.G. (La que se utiliza para cocinar)

  • 30 gr. de harina de trigo común (2 cucharadas soperas)

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PREPARACIÓN

  1. Forra el molde con papel para hornear o papel vegetal. Un truco para que se adapte mejor al molde es humedecerlo un poco con agua. Una vez forrado reserva.

  2. Pon el horno a precalentar a una temperatura de 200 ºC con calor arriba y abajo.

  3. Ahora vas a ir poniendo todos los ingredientes en el vaso o recipiente donde vayas a batirlos. Puedes utilizar una batidora de varillas, una batidora eléctrica de mano, una de vaso o un robot de cocina. Ve poniendo primero los huevos y el azúcar y los bates un poco para mezclarlos.

  4. Ahora añade el queso crema y la nata líquida, crema de leche o crema para batir y bate todo otro poco para que se mezcle bien.

  5. Por último añade la harina y mezcla de nuevo para que todo quede bien integrado. Te quedará una mezcla muy poco espesa, más bien líquida.

  6. Vierte toda la mezcla en el molde que habías forrado y reservado. Pega unos golpecitos para eliminar posibles burbujas.

  7. Introduce en el horno que habías precalentado a 200 ºC durante 40 o 45 minutos como mucho (yo la suelo dejar 40 exactos). Vigila de vez en cuando que no se tueste demasiado. Si acaso cuando haya adquirido un color dorado coloca un papel de aluminio por la superficie para que no se queme por arriba y quede más fea (en mi caso se lo coloco a los 30 minutos de horneado).

  8. Pasados 40 minutos apaga el horno y saca la tarta. Verás que parece que no está hecha ya que al moverla tiembla, pero no te preocupes porque es así como tiene que salir del horno. Esta tarta termina de cuajarse fuera del horno a medida que se va enfriando. De ahí su textura tan cremosa.

  9. Deja reposar a temperatura ambiente hasta que enfríe por completo. Pasadas entre 4 a 6 horas ya la puedes desmoldar y servir o si lo prefieres también la puedes guardar en la nevera.

 

Verás que por la parte central queda mucho más cremosa que por los bordes pero esta tarta es así y te aseguro que es una auténtica delicia ¡Pruébala porque te va a encantar!

POTAJE DE VIGILIA o POTAJE DE GARBANZOS CON BACALAO

POTAJE DE VIGILIA o POTAJE DE GARBANZOS CON BACALAO

El POTAJE DE VIGILIA o Potaje de GARBANZOS con BACALAO Y ESPINACAS se cocinaba durante los viernes de Cuaresma para cumplir el mandato religioso de no comer carne. Esta receta se ha conservado y es una de las más tradicionales de nuestra gastronomía española. El sofrito y el bacalao le dan su sabor tan delicioso y peculiar. Un plato muy completo lleno de proteínas y vitaminas y además ¡Muy fácil de cocinar! No te lo pierdas

INGREDIENTES

  • 400 gr de garbanzos que pondremos a remojo la noche anterior

  • 400 gr de bacalao desalado

  • 300 gr de espinacas frescas en hojas (también pueden ser congeladas)

  • 1 Cebolla

  • 1 Tomate triturado (también puede ser 2 o 3 cucharadas soperas de tomate natural triturado)

  • 3 dientes de ajo

  • 1 pizca de comino en polvo (opcional)

  • 2 cucharaditas de pimentón dulce

  • 2 o 3 rebanadas de pan

  • 2 huevos cocidos

  • Aceite de oliva vírgen extra

  • Sal al gusto

PREPARACIÓN

  1. Lo primero que tienes que hacer es desalar el bacalao 48 horas antes, metiéndolo en un recipiente con agua fría que guardarás cerrado en la nevera y le deberás ir cambiando el agua cada 6 horas. También pon a remojo los garbanzos la noche anterior y antes de hacer el potaje, cuécelos junto con una zanahoria, una cebolla y unas ramas de laurel. Escúrrelos y reserva. Conserva también el caldo para agregarlo después al potaje (este paso puedes suprimirlo si utilizas garbanzos de bote que vienen ya cocidos).

  2. En una sartén con un chorrito de aceite de oliva pon a pochar la cebolla y los ajos muy picaditos, a fuego medio. Cuando comiencen a dorarse baja un poco el fuego y añade el pimentón y una pizca de comino en polvo. (El comino es opcional pero a mí me encanta el sabor que le aporta a este plato). 

  3. Enseguida añade el tomate triturado, ya que si no el pimentón se te puede quemar y esto podría estropear el sabor del sofrito. Añade una pizca de sal al gusto y mantén al fuego removiendo un poco durante unos 5 minutos aproximadamente. 

  4. Una vez pasado ese tiempo retira del fuego y traspasa el sofrito a la cacerola donde vayas a preparar el potaje. Añade los garbanzos cocidos y el caldo solo hasta cubrir un dedo por encima (si luego hace falta más caldo ya se le va poniendo después). Enciende el fuego a nivel medio y remueve suavemente para mezclar todo.

  5. A continuación añade las espinacas. Como éstas ocupan mucho volumen cuando están frescas, ve añadiéndolas en tandas. Primero unas pocas y vas removiendo y cuando veas que van mermando con el calor, ve añadiendo el resto hasta añadir todas. 

  6. Ahora añade el bacalao troceado y baja el fuego dejando cocer a fuego lento y removiendo de vez en cuando, pero en lugar de hacerlo con una cuchara, mejor agita un poco la cacerola para evitar que los garbanzos se deshagan. Déjalo cocer aproximadamente unos 15 o 20 minutos, que es el tiempo necesario para que se cocine el bacalao.

  7. Mientras que está cociendo el potaje, fríe unos trozos de pan en una sartén y después machácalos en un mortero. Cuece los huevos durante 9 ó 10 minutos en agua hirviendo y reserva.

  8. Cuando le quede al potaje un par de minutos de cocción añade el pan frito machacado y los huevos cocidos troceados y mezcla suavemente para integrarlos. Retira del fuego. 

Y ya tienes listo este riquísimo Potaje de garbanzos, que te aseguro que es una auténtica delicia. Además es un plato muy completo.

¡A mí me encanta!

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