GACHAS DULCES o GACHAS ANDALUZAS

GACHAS DULCES o GACHAS ANDALUZAS

Las GACHAS DULCES es un postre típico de Andalucía y se suele comer por la festividad de Todos los Santos. La receta lleva harina de trigo, pero yo las voy a preparar como nos las hacía mi abuela, que le ponía mitad harina de maiz (Maizena) y le quedaban de maravilla, súper suaves y cremosas. Luego con ese toque de anís… ¡Qué delicia! Siempre que las como me acuerdo de cuando nos las hacía (al igual que sus espectaculares migas que un día también publicaré) ¡Y es que mi abuela cocinaba muy bien!

Pues aquí te cuento cómo se hacen ¡Ya verás qué fácil y lo ricas que están!

INGREDIENTES

  • Unos picatostes o «curruscos» de pan frito.

  • 1 litro de leche

  • 50 gr. de Harina de trigo común

  • 50 gr. de Harina de maíz (Maizena)

  • 2 o 3 cucharadas de anís en grano (Matalahúva)

  • La piel de un limón

  • 1 rama de canela

  • 120 gr. de Azúcar

  • 30 ml de licor de anís dulce

  • Aceite de oliva

  • Canela en polvo (opcional)

PREPARACIÓN

  1. Corta unas rebanadas de pan en trocitos y fríelas en una sartén con aceite de oliva. Reserva.

  2. Disuelve la Maizena en un vaso de leche fría y remueve muy bien hasta que esté totalmente disuelta y no queden grumos. Reserva.

  3. En una sartén pon 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Cuando esté caliente incorpora la piel del limón y la rama de canela. Con esto vamos a conseguir aromatizar el aceite. Cuando veas que la piel del limón comienza a tostarse retírala de la sartén junto con la rama de canela.

  4. En ese mismo aceite ahora añade el anís en grano o matalahúva y dale una vueltas con una cuchara. No le dejes mucho tiempo porque si no se puede quemar. Aquí se pueden hacer dos cosas: Bien puedes colar el aceite y retirar los granos de anís, o bien puedes dejar los granos de anís y seguir con la receta. A mí personalmente me gusta mucho más dejarlos porque luego al comerlo me encanta morderlos y el saborcito que aportan a este postre.

  5. Seguidamente y para que no se quemen los granos de anís incorpora la harina de trigo y remueve durante aproximadamente un minuto para tostarla un poco con el aceite y que pierda así el sabor a crudo.

  6. Una vez que la harina está tostada comienza a verter la leche poco a poco sin dejar de remover, al igual que si estuvieras haciendo una bechamel. Vas poniendo un poco, remueves, y a medida que va espesando le vas añadiendo más leche sin dejar de remover para que no se formen grumos. Así hasta incorporar la mayor parte de la leche, reservando una poca para el final.

  7. Cuando ya veas que está espesa y sin grumos incorpora la Maizena que habías disuelto en leche fría y sigue removiendo. Cuando veas que vuelve a espesar de nuevo añade el resto de la leche sin dejar de remover.

  8. Seguidamente añade el azúcar y sigue removiendo. Recuerda que el fuego tiene que estar a temperatura media-baja.

  9. Y ya solo queda el toque final, añadirle el vasito de licor de anís dulce removiendo durante un minuto o dos para que se evapore el alcohol. Esto le va a dar un gusto espectaclar a la gachas.

  10. Las gachas se pueden comer templadas o frías. A mí personalmente me encantan templaditas. Si las vas a comer frías te recomiendo que les añadas un poco más de leche porque luego al enfriar espesan más y si las sacas ya algo espesas en caliente, después se pueden quedar como un «mazacote». 

  11. Una vez que las retires del fuego sírvelas en los típicos recipientes de barro o en cuencos y añade por encima los picatostes de pan frito y un poco de canela en polvo

  12. ¡Verás qué delicia! 

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TARTA DE QUESO DE «LA VIÑA» (San Sebastián)

TARTA DE QUESO DE «LA VIÑA» (San Sebastián)

El restaurante «La Viña» se encuentra en la preciosa ciudad de San Sebastián y desde hace unos años su famosa TARTA DE QUESO se ha hecho muy popular por su textura y su cremosidad, pero sobre todo por lo fácil que es de preparar. Este famoso CHEESECAKE se hace al horno con tan solo 5 ingredientes y te aseguro que hasta el momento es la mejor tarta de queso que he probado. ¡Pruébala porque te va a encantar!

INGREDIENTES

PARA UN MOLDE DE 20 cm DE DIÁMETRO

  • 4 Huevos tamaño «L»

  • 200 gr. de Azúcar

  • 600 gr. de Queso Crema tipo Philadelphia

  • 350 ml (o 330 gr.) de Nata líquida o crema para batir con un mínimo del 35% de M.G. (La que se utiliza para cocinar)

  • 30 gr. de harina de trigo común (2 cucharadas soperas)

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PREPARACIÓN

  1. Forra el molde con papel para hornear o papel vegetal. Un truco para que se adapte mejor al molde es humedecerlo un poco con agua. Una vez forrado reserva.

  2. Pon el horno a precalentar a una temperatura de 200 ºC con calor arriba y abajo.

  3. Ahora vas a ir poniendo todos los ingredientes en el vaso o recipiente donde vayas a batirlos. Puedes utilizar una batidora de varillas, una batidora eléctrica de mano, una de vaso o un robot de cocina. Ve poniendo primero los huevos y el azúcar y los bates un poco para mezclarlos.

  4. Ahora añade el queso crema y la nata líquida, crema de leche o crema para batir y bate todo otro poco para que se mezcle bien.

  5. Por último añade la harina y mezcla de nuevo para que todo quede bien integrado. Te quedará una mezcla muy poco espesa, más bien líquida.

  6. Vierte toda la mezcla en el molde que habías forrado y reservado. Pega unos golpecitos para eliminar posibles burbujas.

  7. Introduce en el horno que habías precalentado a 200 ºC durante 40 o 45 minutos como mucho (yo la suelo dejar 40 exactos). Vigila de vez en cuando que no se tueste demasiado. Si acaso cuando haya adquirido un color dorado coloca un papel de aluminio por la superficie para que no se queme por arriba y quede más fea (en mi caso se lo coloco a los 30 minutos de horneado).

  8. Pasados 40 minutos apaga el horno y saca la tarta. Verás que parece que no está hecha ya que al moverla tiembla, pero no te preocupes porque es así como tiene que salir del horno. Esta tarta termina de cuajarse fuera del horno a medida que se va enfriando. De ahí su textura tan cremosa.

  9. Deja reposar a temperatura ambiente hasta que enfríe por completo. Pasadas entre 4 a 6 horas ya la puedes desmoldar y servir o si lo prefieres también la puedes guardar en la nevera.

 

Verás que por la parte central queda mucho más cremosa que por los bordes pero esta tarta es así y te aseguro que es una auténtica delicia ¡Pruébala porque te va a encantar!

POTAJE DE VIGILIA o POTAJE DE GARBANZOS CON BACALAO

POTAJE DE VIGILIA o POTAJE DE GARBANZOS CON BACALAO

El POTAJE DE VIGILIA o Potaje de GARBANZOS con BACALAO Y ESPINACAS se cocinaba durante los viernes de Cuaresma para cumplir el mandato religioso de no comer carne. Esta receta se ha conservado y es una de las más tradicionales de nuestra gastronomía española. El sofrito y el bacalao le dan su sabor tan delicioso y peculiar. Un plato muy completo lleno de proteínas y vitaminas y además ¡Muy fácil de cocinar! No te lo pierdas

INGREDIENTES

  • 400 gr de garbanzos que pondremos a remojo la noche anterior

  • 400 gr de bacalao desalado

  • 300 gr de espinacas frescas en hojas (también pueden ser congeladas)

  • 1 Cebolla

  • 1 Tomate triturado (también puede ser 2 o 3 cucharadas soperas de tomate natural triturado)

  • 3 dientes de ajo

  • 1 pizca de comino en polvo (opcional)

  • 2 cucharaditas de pimentón dulce

  • 2 o 3 rebanadas de pan

  • 2 huevos cocidos

  • Aceite de oliva vírgen extra

  • Sal al gusto

PREPARACIÓN

  1. Lo primero que tienes que hacer es desalar el bacalao 48 horas antes, metiéndolo en un recipiente con agua fría que guardarás cerrado en la nevera y le deberás ir cambiando el agua cada 6 horas. También pon a remojo los garbanzos la noche anterior y antes de hacer el potaje, cuécelos junto con una zanahoria, una cebolla y unas ramas de laurel. Escúrrelos y reserva. Conserva también el caldo para agregarlo después al potaje (este paso puedes suprimirlo si utilizas garbanzos de bote que vienen ya cocidos).

  2. En una sartén con un chorrito de aceite de oliva pon a pochar la cebolla y los ajos muy picaditos, a fuego medio. Cuando comiencen a dorarse baja un poco el fuego y añade el pimentón y una pizca de comino en polvo. (El comino es opcional pero a mí me encanta el sabor que le aporta a este plato). 

  3. Enseguida añade el tomate triturado, ya que si no el pimentón se te puede quemar y esto podría estropear el sabor del sofrito. Añade una pizca de sal al gusto y mantén al fuego removiendo un poco durante unos 5 minutos aproximadamente. 

  4. Una vez pasado ese tiempo retira del fuego y traspasa el sofrito a la cacerola donde vayas a preparar el potaje. Añade los garbanzos cocidos y el caldo solo hasta cubrir un dedo por encima (si luego hace falta más caldo ya se le va poniendo después). Enciende el fuego a nivel medio y remueve suavemente para mezclar todo.

  5. A continuación añade las espinacas. Como éstas ocupan mucho volumen cuando están frescas, ve añadiéndolas en tandas. Primero unas pocas y vas removiendo y cuando veas que van mermando con el calor, ve añadiendo el resto hasta añadir todas. 

  6. Ahora añade el bacalao troceado y baja el fuego dejando cocer a fuego lento y removiendo de vez en cuando, pero en lugar de hacerlo con una cuchara, mejor agita un poco la cacerola para evitar que los garbanzos se deshagan. Déjalo cocer aproximadamente unos 15 o 20 minutos, que es el tiempo necesario para que se cocine el bacalao.

  7. Mientras que está cociendo el potaje, fríe unos trozos de pan en una sartén y después machácalos en un mortero. Cuece los huevos durante 9 ó 10 minutos en agua hirviendo y reserva.

  8. Cuando le quede al potaje un par de minutos de cocción añade el pan frito machacado y los huevos cocidos troceados y mezcla suavemente para integrarlos. Retira del fuego. 

Y ya tienes listo este riquísimo Potaje de garbanzos, que te aseguro que es una auténtica delicia. Además es un plato muy completo.

¡A mí me encanta!

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MERMELADA DE NARANJA CASERA

MERMELADA DE NARANJA CASERA

La mermelada de naranja es mi preferida porque no me resulta tan dulzona como otras y si es con un toque amargo más todavía. Hacerla en casa es muy fácil y el resultado es espectacular. Una vez que la hagas en casa, ya no vas a querer comprarla nunca más.

¿Quieres ver lo fácil que es prepararla? ¡Pues aquí tienes la receta!

INGREDIENTES

  • 1 y 1/2 kg de naranjas

  • Zumo de 1 limón

  • 750 gr de azúcar

  • 2 ramas de canela o una cucharadita de canela en polvo (esto es opcional pero a mí me encanta el gusto que le da)

PREPARACIÓN

  1. Pela la piel de tres naranjas. Mejor si lo haces con un pelador de verduras para evitar que tenga parte blanca ya que amargaría bastante. A continuación parte los trozos de piel en tiras pequeñas y muy finitas y ponlas en un cazo con agua hirviendo durante 10 minutos. Con esto se elimina el amargor. Una vez pasado ese tiempo, saca las pieles del cazo, escúrrelas en un colador y reserva.

  2. Pela el resto de las naranjas retirando también toda la parte blanca y dejando solo la pulpa. Una vez peladas, trocea la pulpa.

  3. En una cacerola grande pon toda la pulpa de la naranja junto con las pieles que habías hervido anteriormente. Añade las dos ramas de canela y el zumo de un limón. Vierte todo el azúcar por encima y remueve para mezclarla con todos los ingredientes. Verás como la naranja comienza a soltar parte de su jugo. Si es necesario le puedes añadir medio vasito de agua.

  4. Una vez que lo tengas todo bien integrado ponlo al fuego medio-bajo. Tendrá que estar durante unos 40 o 45 minutos aproximadamente. Ve removiendo de vez en cuando y verás como a medida que pasa el tiempo va reduciendo y cambiando a una textura algo más espesa.

  5. Pasados unos 40 o 45 minutos ya será el momento de que lo retires del fuego. Aunque habrá reducido y la textura será algo más densa, quizás te parezca que está todavía algo líquida pero retíralo ya porque  cuando enfría termina de espesarse. Si quieres puedes hacer la prueba del plato que consiste en poner una cucharadita de la mermelada en un plato de postre frío, y si lo mueves y ves que enseguida espesa, es el momento de retirarla del fuego.

  6. Retira las ramas de canela y vierte la mermelada en tarros de cristal que previamente habrás hervido.  Una vez rellenos hasta el borde, cierra con su tapa asegurándote que están perfectamente cerrados y dales la vuelta para colocarlos boca abajo. Déjalos en esta posición durante al menos dos o tres horas o mejor si es toda la noche. De esta forma se creará el cierre al vacío y así tu mermelada se conservará en perfecto estado por más tiempo. Yo les di la vuelta al dia siguiente.

Y ya tienes tu mermelada de naranja lista para consumir. Una vez abierta guarda el tarro en la nevera y te durará un par de semanas. Al vacío sin abrir te puede durar un par de meses (yo nunca la he tenido más tiempo).

Te aseguro que te va a encantar y como ya te he dicho antes, una vez que la pruebes no la vas a comprar más. 

¡Pruébala y verás cómo te encantará!

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SALMÓN EN PAPILLOTE AL HORNO. Con patatas y verduras

SALMÓN EN PAPILLOTE AL HORNO. Con patatas y verduras

SALMÓN EN PAPILLOTE AL HORNO. Con patatas y verduras

Hoy traigo esta receta saludable de Salmón en Papillote al horno con patatas y verduras. El papillote es una técnica que consiste en cocinar dentro de un envoltorio resistente al calor, como papel de hornear o papel de aluminio y esto hace que los alimentos queden más jugosos conservando todo su sabor. Puedes utilizar este o cualquier otro pescado como la merzluza o el que más te guste.  Esta receta es muy fácil y rápida de preparar y es ideal en una cena para dos. Además si estás siguiendo algún tipo de dieta hipocalórica te viene de maravilla.

¿Estabas buscando un plato rico y sano? ¡Pues esta es tu receta!

INGREDIENTES

Para 2 personas

  • 2 lomos de salmón fresco

  • 1 Calabacín

  • 1 Zanahoria

  • 1 Pimiento verde

  • 1 Patata

  • 1/2 vaso de vino blanco

  • Eneldo, tomillo y romero al gusto (o las hierbas aromáticas que prefieras)

  • Sal y pimienta al gusto

PREPARACIÓN

  1. Pela la patata y lávala bien. Córtala en rodajas muy finas (si es con una mandolina mejor) y reserva en un plato.

  2. Pela y corta la zanahoria en finas tiras. Reserva.

  3. Lava bien el calabacín si le vas a dejar la piel y córtalo en rodajas muy finas. Reserva.

  4. Corta el pimiento verde en tiras muy finas y reserva junto con los ingredientes anteriores.

  5. Ahora vamos a preparar el papillote. Para ello extiende una lámina de papel vegetal o papel de hornear sobre tu mesa de trabajo. Si no tienes este tipo de papel también puedes hacerlo con papel de aluminio, aunque a mí me gusta más el resultado con este tipo de papel.

  6. Comienza colocando en la base una capa de rodajas de patata. Sobre ésta coloca en la parte superior unas rodajas de calabacín, unas tiras de zanahoria y debajo unas tiras de pimiento verde.

  7. Sobre estas verduras pon una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva y coloca encima el lomo de salmón.

  8. Salpimenta el salmón al gusto y espolvorea con un poco de eneldo, tomillo y romero (el eneldo le va especialmente bien al salmón).

  9. Riégalo con el medio vasito de vino blanco y añade otro chorrito de aceite de oliva vírgen extra.

  10. Dobla el papel vegetal para envolverlo como si fuera un paquete, cuidando que quede bien cerrado para que no se salga el jugo durante el horneado.

  11. Una vez ya tienes hechos los paquetitos pásalos a una fuente de hornear y llévalo al horno a 180ºC durante aproximadamente unos 20 minutos (depende del grosor del pescado y de cómo te guste de hecho).

  12. Pasado ese tiempo saca del horno y coloca el paquete en un plato de servir.  Este plato puedes servirlo con el papel y que cada comensal se abra el suyo o servirlo ya abierto. También puedes acompañarlo servido con un poco de arroz blanco.

Y ya tienes listo en un momento un riquísimo plato de salmón al papillote. Ya verás qué rico y qué jugoso queda y además le puedes añadir las verduras que más te gusten

¡Pruébalo y verás cómo te encantará! 

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