La mermelada de naranja es mi preferida porque no me resulta tan dulzona como otras y si es con un toque amargo más todavía. Hacerla en casa es muy fácil y el resultado es espectacular. Una vez que la hagas en casa, ya no vas a querer comprarla nunca más.
¿Quieres ver lo fácil que es prepararla? ¡Pues aquí tienes la receta!
INGREDIENTES
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1 y 1/2 kg de naranjas
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Zumo de 1 limón
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750 gr de azúcar
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2 ramas de canela o una cucharadita de canela en polvo (esto es opcional pero a mí me encanta el gusto que le da)
PREPARACIÓN
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Pela la piel de tres naranjas. Mejor si lo haces con un pelador de verduras para evitar que tenga parte blanca ya que amargaría bastante. A continuación parte los trozos de piel en tiras pequeñas y muy finitas y ponlas en un cazo con agua hirviendo durante 10 minutos. Con esto se elimina el amargor. Una vez pasado ese tiempo, saca las pieles del cazo, escúrrelas en un colador y reserva.
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Pela el resto de las naranjas retirando también toda la parte blanca y dejando solo la pulpa. Una vez peladas, trocea la pulpa.
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En una cacerola grande pon toda la pulpa de la naranja junto con las pieles que habías hervido anteriormente. Añade las dos ramas de canela y el zumo de un limón. Vierte todo el azúcar por encima y remueve para mezclarla con todos los ingredientes. Verás como la naranja comienza a soltar parte de su jugo. Si es necesario le puedes añadir medio vasito de agua.
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Una vez que lo tengas todo bien integrado ponlo al fuego medio-bajo. Tendrá que estar durante unos 40 o 45 minutos aproximadamente. Ve removiendo de vez en cuando y verás como a medida que pasa el tiempo va reduciendo y cambiando a una textura algo más espesa.
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Pasados unos 40 o 45 minutos ya será el momento de que lo retires del fuego. Aunque habrá reducido y la textura será algo más densa, quizás te parezca que está todavía algo líquida pero retíralo ya porque cuando enfría termina de espesarse. Si quieres puedes hacer la prueba del plato que consiste en poner una cucharadita de la mermelada en un plato de postre frío, y si lo mueves y ves que enseguida espesa, es el momento de retirarla del fuego.
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Retira las ramas de canela y vierte la mermelada en tarros de cristal que previamente habrás hervido. Una vez rellenos hasta el borde, cierra con su tapa asegurándote que están perfectamente cerrados y dales la vuelta para colocarlos boca abajo. Déjalos en esta posición durante al menos dos o tres horas o mejor si es toda la noche. De esta forma se creará el cierre al vacío y así tu mermelada se conservará en perfecto estado por más tiempo. Yo les di la vuelta al dia siguiente.