👉 En primer lugar retira el exceso de grasa del solomillo ayudándote de un cuchillo de punta, intentando no cortar la carne en la medida de lo posible. También puedes pedir a tu carnicero que te lo retire, aunque si quedan algunos restos no pasa nada, de hecho hará que la carne quede más jugosa.
👉A continuación salpimenta el solomillo por ambos lados, extendiendo bien la sal y la pimienta por toda la superficie de la carne con tus manos, por supuesto bien limpias 😉
👉 Una vez que el solomillo esté salpimentado, añade un chorrito de aceite de oliva en una sartén y caliéntalo a fuego fuerte. Cuando el aceite esté bien caliente introduce el solomillo para sellarlo. En esta ocasión es importante que el aceite esté a temperatura alta porque no es necesario que la carne se cocine por dentro, solo se trata de sellar la superficie. Cuando veas que ya está sellado por un lado, le vas dando la vuelta para que se vaya sellando la superficie por todos lados.
👉 Retira el solomillo de la sartén y reserva en un plato o fuente. En la misma sartén añade un chorrito más de aceite de oliva y baja el fuego a medio-bajo y cuando alcance de nuevo la temperatura añade una cebolla troceada. No hace falta que la trocees demasiado porque después hay que triturar la salsa.
👉 A continuación añade el azúcar y remueve un poquito para que se vaya mezclando todo y para que se vaya disolviendo el azúcar. Cuando veas que el azúcar ya está disuelta tapa y deja unos 4 o 5 minutos hasta que el azúcar caramelice y la cebolla esté blandita.
👉 Añade los frutos rojos, que si son congelados no hace falta descongelarlos previamente. Deja que los frutos rojos se vayan cocinando removiendo de vez en cuando.
👉 Pasados unos 2 o 3 minutos, que ya veas que los frutos rojos han soltado su jugo y éste comienza a burbujear, añade el vasito de vino y deja cocinar unos 3 o 4 minutos más hasta que haya reducido bastante.
👉 En ese momento añade el caldo junto con una pizca de sal y pimienta. Remueve un poco para mezclarlo bien deja cocinando entre 8 y 10 minutos hasta que la salsa haya reducido un poquito.
👉 Retira la sartén del fuego y traspasa la salsa a un recipiente para triturarla. Tiene que quedar una salsa muy fina. Introduce la salsa triturada de nuevo en la misma sartén de antes, pon a fuego medio y cuando comiencen a salir las primeras burbujitas introduce unos pocos más de frutos rojos (este paso es opcional pero a la hora de servir me encanta encontrarme algunos trocitos de fruta enteros. Además creo que le da un aspecto más bonito y vistoso al plato). Remueve un poco para distribuir la fruta y seguidamente añde la carne junto con el jugo que había soltado en la fuente.
👉 Cubre toda la carne con la salsa para que quede bien impregnada y se termine de cocinar absorbiendo bien todo el sabor. Tapa y deja cocinar la carne entre 8 y 10 minutos (esto depende de si te gusta más o menos cruda). Si te gusta más hechas déjala más tiempo.
👉 Retira la carne de la sartén dejando solamente la salsa para darle el último toque. Manten el fuego bajo y añade la mantequilla cortada en cubitos removiendo hasta que ésta se disuelva. Este paso le aportará un brillo más bonito a la salsa, además de darle un toque de sabor diferente.
👉 Y ya está, lo único que te queda es cortar la carne en rodajas y verter la salsa por encima. Como ves, no es complicado de preparar y su sabor es riquísimo. Resulta ideal para cualquier comida o CENA DE NAVIDAD o para cualquier fiesta o celebración. La carne queda por dentro súper tierna y jugosa y la salsa está riquísima y con las fresas y arándanos enteros que pusimos después, queda mucho más rico y vistoso. Prepáralo porque te va a encantar.
¡A Disfrutar!😋