PANNA COTTA DE VAINILLA Y CHOCOLATE

PANNA COTTA DE VAINILLA Y CHOCOLATE

Esta PANNA COTTA DE VAINILLA Y CHOCOLATE es una auténtica delicia. La Panna Cotta es un postre original de Italia. «Panna Cotta» significa «Nata Cocida» y en eso consiste realmente, en cocer la nata (o crema para batir) junto con azúcar y añadirle gelatina para que cuaje. Es muy sencillo pero no por ello menos rico ¡A mí me encanta!

En esta ocasión yo he preparado este postre con dos sabores, vainilla y chocolate. He usado chocolate negro a la taza aprovechando que me llegó en la caja DEGUSTABOX de agosto, y la verdad es que ha quedado con un gusto a chocolate estupendo. En cuanto a la presentación queda chulísima así en diagonal y seguro que si tienes invitados se sorprenderán ¡Pero hasta eso es súper fácil de hacer!

¿Quieres verlo? ¡Pues comenzamos! 

(Al final de la receta te dejo el vídeo por si quieres ver cómo se hace)

INGREDIENTES

  •  500 ml de NATA LÍQUIDA o Crema para batir

  • 200 ml de LECHE (preferiblemente entera pero puede ser semidesnatada)

  • 1 Cucharada (15 ml) de EXTRACTO o AROMA DE VAINILLA

  • 120 gr. de AZÚCAR

  • 30 gr. de CACAO en polvo (Yo estoy usando el chocolate a la taza de Let´s Chocolaat que venía en la Degustabox de agosto pero puedes usar cacao puro en polvo)

  • 12 gr. de GELATINA NEUTRA  (yo he usado dos sobres de 6 gr cada uno gelatina en polvo. Si usas gelatina en láminas serían 6 láminas ya que cada lámina de gelatina equivale a 2 gramos en polvo)

  • 60 ml de AGUA MUY FRÍA para hidratar la gelatina

PREPARACIÓN

 

  1. Preparar la panna cotta de vainilla: Primero pon a hidratar la gelatina vertiendo el sobre (6 gr.) dentro de un recipiente con 30 ml de agua muy fría. Deja unos minutos para que la gelatina se hidrate y haya absorbido todo el agua.

  2. Mientras en una cacerola a fuego medio vierte la mitad de la nata), la mitad de la leche, la mitad del azúcar y la cucharada de vainilla. Remueve constantemente mientras que se va calentando para que no se pegue y se disuelva el azúcar. Cuando esté a punto de comenzar a hervir retira del fuego y añade la gelatina que ya estará bien hidratada. Remueve de nuevo para disolver bien la gelatina.

  3. Ahora vierte esta mezcla en los recipientes donde lo vayas a servir. Yo he utilizado unos vasitos pequeños como de 100 ml de capacidad.   Si quieres que te quede en forma diagonal como la mía el truco está en colocar los vasitos inclinados. Yo para sujetarlos me ayudo de una bandeja o molde para magdalenas y los voy colocando inclinados sobre cada orificio (puedes ver el vídeo que encontrarás al final de este post)

  4. Una vez colocados los vasitos comienza a rellenarlos con la panna cotta de vainilla pero solo hasta la mitad. Para ello mejor cambia el líquido de la cacerola a una jarrita o si no también puedes utilizar un embudo y así te será más fácil llenarlos sin derramar, vertiendo desde la parte de arriba. Una vez que hayas rellenado la mitad de cada vasito llévalos a la nevera sobre la bandeja para que cuajen manteniendo esa forma, durante un mínimo de 4 horas.

  5. Mientras prepara la panna cotta de chocolate siguiendo los mismos pasos que la de vainilla: Pon a hidratar la gelatina y mientras se hidrata vierte en la cacerola la otra mitad de nata, de leche y de azúcar, añade una pizquita de vainilla (opcional) y agrega los 30 gr de cacao en polvo. Calienta sin dejar de remover y justo antes de que comience a hervir retira del fuego. Añade la gelatina previamente hidratada y remueve muy bien hasta su completa disolución.

  6. Una vez hidratada la gelatina de vainilla que habíamos guardado en la nevera, saca los vasitos y ya los puedes colocar en posición vertical. Verás que la forma diagonal se mantiene, así que ya puedes rellenar la otra mitad con la panna cotta de chocolate. En este caso ya no hace falta que los inclines porque el chocolate ocupará la otra mitad vacía. Lleva de nuevo a la nevera a que cuaje durante al menos 4 horas o si quieres hasta el día siguiente.

  7. Una vez pasado el tiempo de reposo en nevera ya puedes sacar los vasitos que deberán estar perfectamente cuajados (yo los tuve de un día para otro). Para decorar puedes añadir por encima un poco de almendra crocanti que le da un gusto riquísimo. Si quieres también los puedes decorar con unas hojitas de menta o hierbabuena o unas virutas de chocolate ¡De cualquier forma está buenísimo!

AQUÍ PUEDES VER LA RECETA EN VÍDEO:
BIZCOCHO DE NATA Y NUECES CON CANELA

BIZCOCHO DE NATA Y NUECES CON CANELA

En casa nos encantan los bizcochos. Son ideales para desayunos y meriendas pero este en concreto cada vez que lo hago ¡Vuela! La nata le hace más tierno y esponjoso y las nueces y la canela le aportan un sabor y aroma espectacular.

Ya verás como si lo haces vas a repetir más de una vez.😉

INGREDIENTES

– 250 ml de NATA líquida o Crema para batir (con un mínimo de 35% M.G.)

– 220 gr. HARINA DE TRIGO

 – 125 gr. AZÚCAR

 – 2 HUEVOS (tamaño L)

 – 1 sobre (15 gr) de LEVADURA QUÍMICA tipo Royal (Polvo de hornear)

 – 75 gr. de NUECES PELADAS y picadas al tamaño que guste

 – Una cucharada de CANELA EN POLVO

 – 1/4 de cucharadita de SAL

 

PREPARACIÓN

1.- Prepara un molde bien forrado con papel vegetal o si quieres puedes untarlo con mantequilla. Yo he utilizado un molde cuadrado de 20 x 20 cm y lo he forrado con papel para hornear (papel vegetal). Una vez preparado reserva. Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

2.- En un bol bate los dos huevos junto con el azúcar hasta que éstos blanqueen y hayan doblado su volúmen. Te llevará aproximadamente unos 5 ó 6 minutos con unas varillas eléctricas. Si los bates con una varilla manual puede llevarte algo más de tiempo pero haciendo esto el bizcocho te va a quedar más esponjoso.

3.- Añade la nata líquida o crema para batir y mezcla un poco más con las varillas para integrarlo.

4.- Ahora vamos con los ingredientes secos: Primero añade la harina junto con la levadura previamente tamizadas, después le agrega la canela y por último la cucharadita de sal. Sí ¡Has oído bien! La sal en los dulces ayuda a potenciar el sabor pero sin pasarse ¡Solo un poquito!

5.- Remueve unos segundos con las varillas eléctricas y enseguida sigue mezclando con una cuchara o una lengua pastelera. Esta masa no conviene batirla en exceso si no quieres que el bizcocho te quede algo duro o más bien «como un mazacote».

6.- Una vez integrados todos los ingredientes añade un puñado de las nueces picadas. A mí me gustan los trozos grandecitos para que se noten bien dentro del bizcocho por eso las parto directamente con las manos pero si te gustan los trozos más pequeños las puedes picar previamente con un cuchillo y dejarlas a tu gusto. Una vez las has echado a la masa remueve para mezclar todo. No pongas todas las nueces dentro, reserva unas pocas partidas en mitades para la decoración final.

7.- Una vez estén las nueces picadas integradas, vierte toda la masa en el molde que tenías reservado. Alisa un poco la superficie con una espátula o lengua pastelera y coloca por encima las nueces partidas en mitades que habías reservado en el paso anterior.

8.- Introduce en el horno que te recuerdo tiene que estar precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo y hornea durante unos 40 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar con un cuchillo o un palillo de brocheta salga seco (cada horno es un mundo y esto del tiempo es muy relativo).

9.- Pasado el tiempo saca del horno. Deja pasar unos 5 o 10 minutos, retira del molde y deja enfriar sobre una rejilla. Una vez frío espolvorea con azúcar glass para decorar.

10.- ¡Y listo para comer! Ya verás qué aroma se te queda en la cocina y el sabor es una delicia 😋

¡Espero que te guste! ¡Besotes! 😘😘😘

                                           Aquí puedes ver el vídeo con la receta: