MAGDALENAS DE NATA CON COPETE Y SIN COPETE
Las Magdalenas son un clásico en la repostería y estas quedan de maravilla. La nata les aporta mucha esponjosidad y aquí te doy las claves para conseguir más o menos copete, como más te gusten. A mí personalmente me parece que quedan más bonitas sin tanto copete pero te aseguro que de una forma u otra ¡Están deliciosas! Te cuento algunos trucos para que crezcan más.
¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES
– 350 gr. Harina de trigo
– 3 huevos tamaño L
– 200 gr. Azúcar
– 50 gr. Miel
– 100 ml. Nata líquida (Crema para batir)
– 200 ml. Aceite de girasol o de Oliva Suave
– Ralladura de 1 limón
– 1 sobre (15 gr) de Levadura química o Polvo de hornear
PREPARACIÓN
1.- En un bol batir los huevos junto con el azúcar hasta que éstos blanqueen y aumenten su volumen. Este paso te llevará al menos entre 5 y 7 minutos con unas varillas eléctricas pero ayudará para que te quedarán más esponjosas.
2.- Añade la miel, la nata líquida y el aceite. Bate durante uno o dos minutos con las varillas eléctricas hasta que quede muy bien mezclado, sobre todo por el aceite, que quede emulsionado.
3.- Añade la ralladura de limón y mezcla de nuevo unos segundos para integrarla.
4.- Añade la harina y la levadura previamente tamizadas. Puedes hacerlo con un colador. Mezcla la harina con una espátula o lengua pastelera. Es mejor hacerlo así ya que esta masa no es conveniente batirla en exceso, para que las magdalenas queden más tiernas y esponjosas. Si acaso un poco al final mete las varillas eléctricas a velocidad muy baja y muy poco tiempo. Lo justo para deshacer posibles grumos.
5.- Ya tienes preparada la masa de las magdalenas, pero el truco para que te suban bien es dejarlas reposar en la nevera al menos 2 o 3 horas (en mi caso las tuve 4 horas). Incluso hay quienes la dejan toda la noche de un día para otro. Y luego al sacarlas meterlas enseguida en el horno ya precalentado. Pero sigamos…
6.- Pasado el tiempo de reposo, sacas la masa de la nevera y ve precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Mientras el horno se va calentando rellena las cápsulas de las magdalenas. Yo las coloco dentro de un molde de magdalenas o cupcakes pero si no lo tienes puedes meterlas dentro de flaneras individuales. Estas cápsulas de papel necesitan algo de sujección para que al subir dentro del horno no se deformen.
7.- En mi caso he rellenado unas hasta casi el borde y otras las he llenado algo menos, como 3/4 partes de la cápsula. Cuando ya están rellenas y el horno ha alcanzado la temperatura, llévalas a hornear durante aproximadamente unos 15 ó 20 minutos, o hasta que veas que están un poco doraditas (cada horno es un mundo y no todos lo hacen en el tiempo exacto). Las mías estuvieron cerca de 20 minutos.
8.- Una vez horneadas sácalas de los moldes y déjalas enfriar encima de una rejilla o de una mesa. Enseguida se enfrían.
9.- Como verás, las magdalenas que llené hasta arriba del todo queda como más anchas de arriba y más redondeadas en la superficie. Para mi gusto más bonitas. Las que llené solo hasta las 3/4 partes al tener más margen para crecer tienen algo más de copete. La verdad es que las dos quedan muy bien pero lo que sí te aseguro es que las hagas como las hagas ¡Todas están buenísimas!
Prueba y verás 😉
AQUÍ PUEDES VER LA RECETA EN VÍDEO: