TRUCO PARA QUE LA SARTÉN NO SE PEGUE
Hoy no traigo receta porque vengo a contarte un truco para que la sartén no se te pegue.
Todos tenemos alguna sartén que nos encanta y precisamente por eso la utilizamos con más frecuencia pero con el tiempo comienza a perder su capa antiadherente y por lo tanto a pegarse un poco. Pues existe un truco que, si bien no recupera del todo la adherencia inicial, sí ayuda a recuperarla en parte logrando que de nuevo no se te peguen los alimentos
¿Quieres saber en qué consiste?
¡Pues te lo cuento!
ESTO ES LO QUE NECESITAS:
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Aceite (Dado que no va a ser para consumirlo mejor si tienes alguno ya usado para reutilizar o si no utiliza aceite de girasol, que es algo más económico que el de oliva).
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Sal gorda.
UTILIZACIÓN
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Vierte aceite abundante en la sartén que cubra aproximadamente dos dedos.
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Vierte sal gorda encima de forma que cubra todo el aceite.
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Agita un poco la sartén para que la sal se impregne un poco del aceite, pero sin remover con ningún utensilio.
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Enciende el fuego al nivel más fuerte y deja calentar. Deberás estar pendiente ya que el aceite si se quema en exceso puede llegar a arder y por eso hay que tener cuidado de retirarlo del fuego cuando veas que ya está demasiado caliente.
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Deja calentar hasta que veas que ya sale mucho humo y también verás que la sal y el aceite han tomado un color como marrón tostado.
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En ese momento en que parece que está como a punto de arder y sale mucho humo apaga y retira del fuego. (NOTA IMPORTANTE: En caso de que el aceite comenzase a arder nunca se te ocurra echarle agua para apagarlo ya que esto podría ser muy peligroso. El fuego de una sartén siempre hay que apagarlo poniendo una tapadera por encima para ahogar las llamas a la vez que retiras la sartén de la fuente del calor. Este consejo es muy importante que lo tengas en cuenta).
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Vierte el aceite y la sal en un tarro de cristal con mucho cuidado de no quemarte, ya que si quieres puedes guardarlo para reutilizarlo en otra ocasión.
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Limpia la sartén con un papel de cocina absorbente para retirarle el exceso de aceite y la sal.
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Ya tienes la sartén lista para usar. Vierte un chorrito de aceite y puedes freir un huevo o hacer una tortilla que verás como ya no se te pega. Eso sí, mejor es que no utilices un fuego demasiado fuerte para freir, ya que esto hace que también se pegen más los alimentos.
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Una vez que has usado la sartén, la puedes lavar con lavavajillas y una esponja suave que no ralle, y volver a pasarle un papel de cocina impregnado en un poco de aceite, de forma que le dejes una película de aceite por la superficie. Guárdalo así y cuando tengas que volver a utilizarla verás como mantendrá su adherencia.
Verás cómo siguiendo estos consejos conseguirás recuperar esa sartén que comienza a pegarse.
¡Al menos te durará algo más de tiempo!